Podemos estar atentos
a nosotros mismos
y a nuestra respiración.
Cuando brilla en nosotros la luz
del vivir atentamente,
evitamos muchos peligros.
"Al inhalar, relajo el cuerpo.
Al exhalar, sonrío".
Basta con respirar tres veces
para reencontrarnos.
-Thich Nhat Hanh -