1. Presta atención. Disfruta el presente en lugar de preocuparte por el mañana.
2. Ríete a carcajadas. Solamente pensar en un acontecimiento feliz o divertido puede elevar los niveles de endorfinas y otras hormonas que inducen placer y una menor producción de hormonas del estrés.
3. Vete a dormir. Nos hemos convertido en un país de ciudadanos privados de sueño. Echarse una siesta durante el día o meterse en la cama a las 8 de la noche con un buen libro —y apagar la luz una hora después— puede hacer más por tu estado de ánimo y actitud ante la vida que cualquier número de baños de burbujas o masajes.
4. Tararea. La música calma a la bestia más salvaje. Los estudios han demostrado que la música activa partes del cerebro que producen felicidad, las mismas partes que activan la comida o el sexo. También es relajante. En un estudio, los adultos que escuchaban la música que ellos elegían durante la cirugía ambulatoria tenían un número significativamente más bajo de pulsaciones, presión arterial y carga de trabajo cardíaco (es decir, que tu corazón no tenga que trabajar tan duro) que aquellos que se sometieron a cirugía en silencio.
5. Ordena. Es casi imposible meditar, respirar profundamente o simplemente relajarse si todo está cubierto de papeles, facturas y revistas, la habitación desordenada y si tienes las cuentas sin hacer desde hace seis meses. Además, la naturaleza repetitiva de ciertas tareas de limpieza, como barrer, limpiar o fregar, pueden servir para meditar si te concentras en lo que estás haciendo.
6. Simplemente di ‘No’. Elimina actividades que no son necesarias y que no te gustan. Si hay suficientes personas para hacer la rifa benéfica de la parroquia y te sientes estresado por la idea de formar parte de la comisión un año más, da un paso atrás y deja que otra persona haga las cosas.
7. Haz una lista. No hay nada como hacer una lista de tareas para ayudarte a organizar tus ideas y calmar la ansiedad. Comprueba que cada cosa hecha te proporciona una gran sensación de plenitud.
8. Haz las cosas de una en una. Se ha descubierto que la gente que hace muchas cosas a la vez es más propensa a tener la tensión arterial más alta. Toma nota de esto para tu salud cardíaca. En lugar de hablar por teléfono mientras doblas la ropa o limpias la cocina, siéntate en una silla cómoda y pon toda tu atención en la conversación.
9. Desconecta de las noticias. Durante una semana no leas el periódico, ni veas las noticias o la prensa en internet. En su lugar, tómate unas vacaciones de la miseria a la que estamos expuestos cada día a través de los medios de comunicación y utiliza ese tiempo para dar un paseo, hacer una sesión de meditación o para escribir un diario.
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