Cuando aprendemos a decir "no",
nos damos cuenta de que este pequeño gesto
es, en realidad, un enorme paso
hacia el autoconocimiento y la autoafirmación.
Al establecer límites claros y expresar
nuestras verdaderas necesidades y deseos,
comenzamos a valorarnos a nosotros mismos
de una manera más profunda y auténtica.
Al negarnos a comprometer nuestra integridad,
las cualidades positivas que quizás
no habíamos reconocido antes
empiezan a surgir y a fortalecerse ...
- Katriel Quin -