Hay dos clases de Silencio: Uno que asfixia y ahoga … y otro que oxigena, equilibra y armoniza ...
Hay dos clases de Cansancio: Uno tedioso y estéril … y otro lleno de sentido, rico y fecundo...
Hay dos clases de Soledad: Una que hasta “acompañada” destruye … otra que "sola o acompañada", edifica, plenifica y ¡revive! ...
Hay dos clases de Trabajo: Uno que esclaviza y mutila … otro que vivifica, ilumina y libera...
Hay dos clases de Risa: Una que ofende y agrede … otra que alegra, entusiasma y reanima ...
Hay dos clases de Mirada: Una que degrada y mutila … otra que enaltece, reconforta y sublima ...
Hay dos clases de Relaciones: Unas que aniquilan y envilecen … otras que logran el “milagro” de hacer surgir lo mejor de nosotros mismos ...
¡En fin! … En la vida hay «dos clases» de todo o de casi todo y cada uno de nosotros, desde el fondo de nuestros corazones, sabemos con qué “clase” de realidad decidimos Vivir …
La Vida no se nos da “de una vez” y para siempre ... La vida se nos da cada día, cada minuto, “cada instante” …
¡En nuestras manos está la maravillosa posibilidad de elegir la "clase" de Vida que queremos Vivir ... !
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